Seguramente, en alguna ocasión has levantado el capó de tu coche, has mirado el depósito del líquido refrigerante y te has preguntado si el nivel es correcto o si ese color tan llamativo es el que debería tener. Y no es para menos, porque equivocarse con los fluidos del motor puede salir muy caro.
Además, si estás en pleno proceso de sacarte el carnet, sabrás que el mantenimiento básico del vehículo es un tema recurrente en las preguntas trampa de la DGT. Entender la diferencia entre echar agua del grifo (un error garrafal) y usar el producto adecuado es vital para la vida de tu motor.
En AEplustest llevamos años viendo cómo estas cuestiones de mecánica básica no solo afectan al cuidado del vehículo, sino que son decisivas para aprobar el teórico a la primera. Por eso, siempre recomendamos que, además de leer guías como esta, practiques con los test oficiales más actualizados. Si quieres asegurar tu aprobado y dominar todas las preguntas sobre mantenimiento, te recomendamos nuestro aeol test permiso b, la herramienta definitiva para ir al examen con total confianza. Pero mientras te preparas, vamos a sumergirnos en el mundo de la refrigeración del motor para que nunca más dudes sobre qué echar en ese depósito transparente.
Líquido Refrigerante o Anticongelante
A menudo usamos los términos liquido refrigerante coche y anticongelante coche como si fueran sinónimos exactos, y aunque en la práctica nos referimos al mismo producto que compramos en la tienda, técnicamente hay matices que un buen conductor debe conocer.
El refrigerante coche es el compuesto final, el líquido que circula por el circuito del motor. Su misión principal es absorber el calor extremo que generan los cilindros al producirse las explosiones de la combustión y disiparlo al pasar por el radiador. Sin él, el motor se fundiría en cuestión de minutos. Por otro lado, el anticongelante es, en realidad, un aditivo concentrado (generalmente etilenglicol) que se mezcla con el líquido base para modificar sus propiedades físicas.
Si solo usáramos agua destilada, el líquido se congelaría a 0ºC y herviría a 100ºC. Aquí es donde entra la magia del antifreeze o anticongelante: reduce el punto de congelación (para que el motor no reviente en invierno si vives en zonas frías como Burgos o Teruel) y eleva el punto de ebullición, permitiendo que el motor trabaje a temperaturas superiores a 100ºC sin que el líquido se evapore.
El Peligro del «Agua Refrigerante»
Es posible que hayas escuchado a gente mayor o en foros poco especializados hablar de agua refrigerante para ek coche o sugerir que se puede rellenar el depósito con agua del grifo en una emergencia. Debes tener mucho cuidado con esto. El agua del grifo contiene cal, cloro y minerales que, con las altas temperaturas, se solidifican y obstruyen los conductos, además de provocar oxidación prematura en los metales del motor.
El agua anticongelante no existe como tal; lo que existe es agua destilada o desmineralizada que sirve de base para la mezcla. Sin embargo, echar solo agua (incluso destilada) no protege contra la corrosión ni lubrica la bomba de agua. Por eso, la respuesta corta a la duda sobre que liquido refrigerante usar es siempre: uno específico, homologado y nunca agua sola, salvo en una emergencia de vida o muerte para el motor (y sustituyéndolo inmediatamente después).
Tip: Cuando leas coolant coche o veas envases donde pone antifreeze/coolant, puedes tener por seguro y sin problema que es líuido refrigerante/anticongelante del coche
Para Qué Sirve el Líquido Refrigerante en el Coche
Más allá de evitar que el motor se congele o se caliente en exceso, el líquido refrigerante del coche abarca funciones vitales que a menudo pasan desapercibidas:
- Regulación térmica: Mantiene el motor en su temperatura óptima de funcionamiento (generalmente alrededor de los 90ºC), lo cual es crucial para el consumo eficiente de combustible y la reducción de emisiones contaminantes.
- Protección contra la corrosión: Los motores modernos mezclan componentes de aluminio, hierro fundido, plástico y goma. El coolant contiene inhibidores de corrosión que evitan que estos materiales reaccionen entre sí y se degraden.
- Lubricación: Sí, el líquido también lubrica. Piezas móviles como la bomba de agua necesitan que el fluido tenga cierta textura aceitosa para girar suavemente y no gripar prematuramente.
- Prevención de cavitación: Evita la formación de espumas y burbujas de aire que podrían implosionar y dañar las paredes de los cilindros.
Dónde va el Anticongelante y Cómo lo Identifico
Para los alumnos que estudian con nosotros y se preparan para el examen práctico, saber donde va el anticongelante es obligatorio. Al abrir el capó, debes buscar un depósito translúcido, generalmente de plástico blanco o amarillento, que permite ver el nivel del líquido en su interior sin abrirlo.
Este depósito suele tener un tapón de color (azul o negro son comunes) con un símbolo de advertencia de temperatura (un termómetro sobre unas ondas de agua) o la palabra «Coolant». Nunca, bajo ningún concepto, abras este tapón cuando el motor está caliente. El circuito está presurizado y el líquido podría salir disparado a más de 90ºC, provocándote quemaduras graves.
El nivel debe estar siempre entre las marcas de «Mínimo» y «Máximo» grabadas en el lateral del depósito. Si está por debajo del mínimo, es hora de rellenar. Si tienes que rellenar muy a menudo, cuidado: el circuito de refrigeración es estanco, así que si baja el nivel, o tienes una fuga o el motor lo está consumiendo, lo cual podría indicar una avería en la junta de culata.
Cuántos Litros de Anticongelante Lleva un Coche
No hay una cifra única, ya que depende del tamaño del motor y del sistema de refrigeración.
- Un coche utilitario pequeño (segmento A o B) suele llevar entre 4 y 6 litros.
- Una berlina media o un SUV compacto puede necesitar entre 6 y 8 litros.
- Vehículos grandes, furgonetas o motores de gran cilindrada pueden superar los 10 o 12 litros.
A la hora de comprar, si vas a hacer un cambio completo (vaciando el circuito), lo habitual es comprar un par de garrafas de 5 litros para asegurarte de que no te falte. El precio de una garrafa de 5 litros de buena calidad suele oscilar entre los 10€ y 25€, dependiendo de si es orgánico puro de alta concentración o una fórmula más estándar. Es una inversión pequeña para la protección que ofrece.
Tipos de Anticongelante
Cuando entras en una tienda de repuestos o en una gasolinera, te encuentras con una estantería llena de botellas de colores. Aquí es donde surge la gran pregunta: ¿qué refrigerante lleva mi coche? y ¿cuál debo elegir?.
Para no equivocarte, primero debes entender las tecnologías que existen detrás de esos colores.
Básicamente, podemos dividir los tipos de anticongelante en tres grandes familias según la tecnología de sus aditivos:
Anticongelante Inorgánico (IAT – Inorganic Acid Technology)
Es la tecnología más antigua, utilizada habitualmente en vehículos fabricados antes de finales de los años 90. Utiliza silicatos y fosfatos para proteger el hierro y el acero. Su durabilidad es menor, por lo que suele requerir cambios más frecuentes (cada 2 años o 40.000 km aproximadamente). Si tienes un coche clásico, es muy probable que este sea el liquido anticongelante coche que necesita.
Anticongelante Orgánico (OAT – Organic Acid Technology)
Aquí entramos en la era moderna. El anticongelante organico no utiliza silicatos ni fosfatos, sino aditivos orgánicos que protegen mucho mejor las aleaciones de aluminio y los plásticos de los motores actuales. Tienen una vida útil mucho más larga (pueden durar hasta 5 años o 150.000 km). Son más respetuosos con el medio ambiente y ofrecen una mejor transferencia de calor. Hoy en día, la gran mayoría de vehículos nuevos salen de fábrica con este tipo.
Anticongelante Híbrido (HOAT – Hybrid Organic Acid Technology)
Como su nombre indica, es una mezcla de los dos anteriores. Combina algunos silicatos (para una protección rápida del aluminio) con ácidos orgánicos (para la durabilidad). Es muy común en marcas alemanas y americanas.
Si tienes un coche del Grupo Volkswagen (Seat, Audi, Skoda, VW), habrás visto códigos como G12 o G13 en el depósito.
- G11: Fue el primer estándar híbrido, usado hasta mediados de los 90. Suele ser verde o azul.
- G12 / G12+: Es un anticongelante organico puro, generalmente de color rosa o rojo. Fue una revolución por su durabilidad.
- G13: La evolución más reciente, que sustituye la base de glicol por glicerina, siendo menos contaminante en su producción.
Ya sabes prácticamente todo lo que hay que saber sobre el líquido anticongelante pero, si te encuentras en una emergencia, sabrías responder a la pregunta ¿porqué no arranca mi coche?
Guía de Colores en el Anticongelante
Existe un mito muy extendido: «el color indica la calidad» o «todos los rosas son iguales». Esto es falso. El color del anticongelante es, en realidad, un colorante añadido por el fabricante para identificar fugas con facilidad y, en cierta medida, para diferenciar sus gamas de productos, pero no existe una normativa universal estricta que obligue a que el rojo sea siempre orgánico o el verde inorgánico.
Sin embargo, el mercado ha adoptado ciertos estándares «no escritos» sobre los tipos de anticongelantes y sus colores que nos ayudan a orientarnos:
- Anticongelante verde: Tradicionalmente asociado a la tecnología inorgánica (IAT) o a fórmulas más básicas con menor protección contra temperaturas extremas (por ejemplo, protección hasta -10ºC). No obstante, hay marcas que fabrican orgánicos de color verde. ¡Lee siempre la etiqueta!
- Anticongelante Rosa o Rojo: Suele ser sinónimo de anticongelante organico de larga duración (Long Life) y con protección para temperaturas muy bajas (hasta -37ºC o 50%). Es el más común en coches modernos.
- Anticongelante Amarillo: A menudo indica una fórmula híbrida o de alta resistencia para motores específicos.
- Anticongelante Azul: Muy común en vehículos asiáticos o en formulaciones inorgánicas antiguas europeas.
Cuando te preguntes como saber que anticongelante lleva tu coche basándote en el color, ten cuidado. Si tu coche tiene líquido rosa, lo ideal es rellenar con rosa, pero asegurándote de que cumple la misma normativa (por ejemplo, G12+). Guiarse solo por el color puede llevar a errores si mezclamos tecnologías incompatibles.
| Color habitual | Tipo / Uso frecuente (orientativo) |
|---|---|
| 🟢 Verde o azul | Anticongelantes más tradicionales (inorgánicos) |
| 🔴 Rojo / rosa / morado | Anticongelantes orgánicos (OAT) o de larga duración |
| 🟡 Amarillo / naranja | Anticongelantes híbridos, según fabricante |
El Método Infalible
Ya hemos hablado de colores y tipos, pero si quieres estar 100% seguro y no jugártela, aquí tienes los pasos para saber que líquido refrigerante lleva tu coche sin margen de error:
- El Manual de Usuario: Es la biblia de tu coche. En la sección de «Mantenimiento» o «Datos Técnicos», el fabricante especifica la normativa exacta. Puede que no te diga una marca comercial, pero te dirá algo como «Usar refrigerante que cumpla la norma VW TL 774 J (G13)» o «Ford WSS-M97B44-D». Con ese código, puedes comprar cualquier marca que lo certifique.
- El vaso de expansión: En muchos coches modernos, el propio depósito tiene grabado el tipo de líquido recomendado (por ejemplo, «G12»).
- Consultar con la matrícula: Hoy en día, muchas tiendas online de recambios te permiten introducir tu matrícula y te filtran automáticamente el coolant del coche compatible.
- El color actual (con reservas): Si no tienes el manual y el coche es relativamente nuevo, mirar el color te da una pista enorme. Si es rosa, busca orgánico rosa. Si es verde, busca inorgánico verde (o universal verde). Pero recuerda, esto es menos preciso que el manual.
¿Puedo Mezclar Diferentes Anticongelantes?
Poder, se puede, pero no se debe. Si mezclas un anticongelante organico con uno inorgánico, los aditivos pueden reaccionar químicamente creando una especie de lodo o pasta marrón. Este «barro» puede obstruir los finos conductos del radiador, reduciendo la capacidad de refrigeración y provocando un calentamiento del motor.
Si te encuentras en una emergencia y el nivel está muy bajo, es preferible añadir un poco de agua destilada para llegar al taller, antes que mezclar dos refrigerantes de tecnologías opuestas. Si no te queda más remedio que mezclar colores desconocidos, lo recomendable es vaciar todo el circuito y poner líquido nuevo y limpio lo antes posible para sanear el sistema.
Cuándo Cambiar el Liquído Anticongelante
El liquido anticongelante pierde sus propiedades con el tiempo. Los inhibidores de corrosión se agotan y el punto de congelación puede subir.
- Anticongelantes inorgánicos (Verdes/Azules antiguos): Cambiar cada 2 años o 40.000 km.
- Anticongelantes orgánicos (Rosas/Rojos/Amarillos): Cambiar cada 5 años o 100.000 – 150.000 km.
Cambiar el líquido refrigerante es una operación de mantenimiento relativamente barata. En un taller, el servicio completo (vaciado, limpieza y llenado) puede costarte en una horquilla de entre 50€ y 90€, dependiendo de la mano de obra y la cantidad de líquido necesario. Teniendo en cuenta que se hace cada varios años, no merece la pena escatimar.
Verás que en las garrafas pone porcentajes. Esto indica la cantidad de etilenglicol puro respecto al agua destilada.
- 10%: Protección muy básica (hasta -4ºC aprox). Solo para climas muy cálidos donde nunca hiela.
- 30%: La más habitual en climas templados (protege hasta -16ºC o -18ºC).
- 50%: La máxima protección (hasta -37ºC). Es la recomendada para alta montaña, climas muy fríos o para motores de alto rendimiento, ya que también eleva más el punto de ebullición (hasta 145ºC bajo presión).
Si no sabes cuál elegir, el de 50% es la apuesta segura: protege más en todos los sentidos y la diferencia de precio es mínima.
Pasos a Seguir si Tienes que Rellenar
Si mañana se te enciende el testigo o ves el nivel bajo, sigue este protocolo de seguridad:
- Espera a que el motor se enfríe. Tómate un café, espera al menos 20-30 minutos. Tocar el sistema de refrigeración en caliente es peligroso.
- Localiza el depósito. Busca el líquido de color.
- Verifica el tipo. Mira el manual o el color del líquido existente. Intenta comprar el mismo líquido anticongelante de coche.
- Abre con cuidado. Usa un trapo sobre el tapón y gira despacio para liberar la presión residual.
- Rellena hasta la marca MAX. Nunca te pases del máximo, ya que el líquido se expande con el calor y necesita ese espacio libre.
- Cierra bien. Asegúrate de que el tapón queda hermético.
Saber que anticongelante lleva mi coche es una responsabilidad básica de cualquier conductor. No solo alarga la vida útil de tu compañero de viajes, sino que te ahorra mucho dinero en reparaciones evitables.
Cuidar la mecánica de tu coche empieza por entender sus fluidos. Ahora que ya eres un experto en refrigerante coche, el agua refrigerante (que ya sabes que no debes usar) y los distintos colores del espectro del motor, estás un paso más cerca de ser un conductor de primera.
Practica Para no Fallar
Todo este conocimiento no solo sirve para cuidar tu coche, sino para obtener tu permiso de conducir. En los test de la DGT es muy frecuente encontrar preguntas sobre el sistema de refrigeración.
Imagina que te preguntan: «Si el nivel del líquido refrigerante se encuentra por debajo del mínimo, ¿qué líquido debe añadir?».
a) Agua del grifo.
b) Aceite.
c) Líquido refrigerante o agua destilada en caso de emergencia.
Si has leído este artículo, sabrás que la respuesta es la C. Pero hay preguntas mucho más confusas sobre el termostato, la temperatura óptima o los testigos del panel de instrumentos.
Para no dudar ni un segundo, la clave es la repetición y la práctica con preguntas reales.
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Dominar el temario de mecánica básica suele ser el punto débil de muchos aspirantes, y es una lástima suspender por no saber donde va el anticongelante o qué hacer si se enciende una luz roja en el salpicadero.
Con nuestra metodología, afianzarás estos conceptos casi sin darte cuenta.
Preguntas Frecuentes (FAQ) Sobre el Líquido Anticongelante
Si el coche se queda sin líquido refrigerante, el motor se sobrecalienta muy rápido. Esto puede deformar piezas internas, dañar la junta de culata e incluso provocar la rotura del motor. Si ves que la temperatura sube mucho o aparece un aviso, debes parar cuanto antes en un lugar seguro y no seguir circulando.
El líquido refrigerante es una mezcla de agua y aditivos (anticongelante, anticorrosión, etc.) que circula por el motor para mantener su temperatura dentro de unos valores adecuados. Evita que el motor se caliente en exceso, que el líquido se congele en invierno y protege el circuito de óxidos y corrosión.
El color orienta, pero no es lo más importante, ya que no hay un código de colores universal. Lo correcto es mirar el manual del coche o la pegatina bajo el capó y usar un refrigerante que cumpla la especificación que recomienda el fabricante. Si tienes dudas, mejor consultar con un taller antes de mezclar productos distintos.
Se debe echar líquido refrigerante cuando el nivel en el depósito de expansión esté cerca del mínimo o por debajo, siempre con el motor frío. Además, cada cierto tiempo hay que cambiarlo por completo según indique el fabricante (por kilómetros o años), aunque aparentemente el nivel sea correcto.
Si el nivel de refrigerante está bajo, el sistema puede no refrigerar bien el motor y este tenderá a calentarse más de lo normal. Si sigues circulando así, puedes provocar un sobrecalentamiento y una avería grave. Lo recomendable es rellenar hasta el nivel adecuado y revisar si hay fugas u otras causas de la pérdida.
No hay un tiempo seguro, porque depende de lo rápida que sea la fuga y de la temperatura de funcionamiento. En general, si sabes que tu coche pierde refrigerante no deberías seguir conduciendo más que lo imprescindible para llegar a un taller cercano, vigilando la temperatura. Ignorarlo puede acabar en un sobrecalentamiento serio.
El agua sola no protege igual que el líquido refrigerante: se congela antes, hierve antes y favorece la corrosión interna del circuito. En una emergencia puedes añadir algo de agua destilada para salir del paso, pero no es una solución permanente; hay que sustituirla por un refrigerante adecuado en cuanto sea posible.
Con el motor completamente frío, localiza el depósito de expansión (normalmente transparente con marcas de MIN y MAX), abre el tapón con cuidado y añade refrigerante adecuado hasta acercarte al nivel MAX sin sobrepasarlo. Después cierras bien el tapón, arrancas, dejas que el motor coja algo de temperatura y compruebas de nuevo el nivel.
Cambiar de color no es el problema en sí, sino mezclar tipos de refrigerante incompatibles. Si el nuevo producto tiene una composición distinta, pueden formarse lodos o perderse propiedades de protección. Lo ideal es no mezclar: vaciar y limpiar el circuito antes de usar un refrigerante diferente, aunque tenga otro color.
Un motor sin refrigerante puede calentarse en cuestión de minutos, incluso menos si ya está caliente o hace mucho calor ambiente. No hay un tiempo “seguro”: en cuanto el circuito se queda prácticamente vacío, el riesgo de daño grave es inmediato. Por eso, si hay falta total de refrigerante, no se debe arrancar ni circular.
Si el depósito está vacío, lo más probable es que haya una fuga importante o que el sistema haya perdido líquido por un fallo. En esa situación no deberías arrancar el coche ni circular, porque el motor se quedará sin refrigeración. Lo correcto es localizar la causa, reparar la avería y rellenar el circuito antes de volver a usar el vehículo.
A veces no se ven charcos bajo el coche, pero el refrigerante baja por evaporación en una fuga pequeña, por una tapa del depósito que no cierra bien, o porque se quema dentro del motor (por ejemplo, por una junta de culata dañada). Si el nivel baja con frecuencia y no ves fugas externas claras, conviene revisar el sistema a fondo.
